Cuba, te aguarda el futuro
en tus predios y en tu gente
no importa que tu presente
parezca extraviado y duro:
saldrás del lugar oscuro
en que te ha puesto el tirano;
saldrás porque los cubanos
ya no quieren más promesas:
quieren pan, quieren certeza
pero también libertad:
la de reunirse, de hablar
de elegir su propia senda
sin Partido, sin contienda
de ideologías falseadas
ni esperanzas vapuleadas
en proyectos que no cuajan
ni dirigentes que viajan
mientras el simple cubano
debe alimentar en vano
su deseo de viajar
para luego soportar
como borrego sumiso
que le nieguen el permiso
a su anhelo de explorar.
Pronto ya se acabará
el burlado 'socialismo'
morirá el paternalismo
de los viejos, que en reposo
yacerán, cagalitrosos
olvidados y excluídos
hasta del propio Partido
que secuestraron en masa:
tendrá otro nombre La Plaza
donde el Apóstol suspira:
ya se palpa, se respira
la alborada luminosa
cuando tú, Cuba gloriosa
serás centro y serás pauta
y como nueva argonauta
procures tu vellocino
señalando los caminos
y los nuevos derroteros:
vayamos todos, certeros
al encuentro de tu sino;
vayamos, en matutino
despertar de la conciencia
y con tu mejor esencia
para fomento seguro
impregnemos el futuro
sin rencor ni reticencias.
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A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND
Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.
Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.
Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.
¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!