sábado, 24 de octubre de 2009

Misterio



Tengo

una selección de sueños

que escondo

en el exilio de la noche

sin rumbo.


Son las horas de insomnio

mis horas

en la quietud que desdeña

la inminencia

del alba.


Afuera la noche mima

una balada ausente

de aleteos sin nombre.


(Mientras,

mis sueños florecen en el cansancio

atenuando la vigilia

de los ojos en rebelión).


Hay un movimiento

atropellado de nubes

y los sueños,

las ideas y las sombras

se ocultan presurosos

en un vaso de alcohol.


La luna entra y me revela

la violación de una estrella

distante,

ajena...


(El vaso está vacío),


Contemplamos el tiempo

y el vaso

está

vacío.


La luna

se ha bebido mis sueños.


(El vaso está

vacío).


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A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND

Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.

Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.

Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.

¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!