lunes, 9 de noviembre de 2009

Camagüey



La Habana me vio nacer y me dio de mamar. Camagüey me puso barbas en el pecho, la cara y el pubis y me inició en los misterios de la adolescencia...


Cuando tenía diez años

Camagüey vino a mí

con su linaje de tinajones

y llanos verdes.


Camagüey de tejas rojas.

Camagüey.

Camagüey de sangre pura.

Camagüey.


Vino a mí

y me entregó su alma

alma de ropa fina

alma de Camagüey.


Los adoquines de antaño

tus mujeres, Camagüey.

Camagüey de faldas blancas,

buen amigo, Camagüey.


La catedral que en el parque

mantenía su altivez

es la imagen de tu orgullo,

orgulloso Camagüey.


Me entregaste tus callejas

y en tus callejas hallé

la esencia de tiempos viejos,

viejo amigo, Camagüey.


En cada esquina que pase

si vuelvo allá alguna vez

habrá un sello de mi vida

de mi estancia en Camagüey.


Ahora que estamos lejos

y mis ojos no te ven

yo te llevo en mis recuerdos

fiel amigo, Camagüey.


1 comentario:

  1. Hermosos recuerdos han quedado grabados desde tu niñez y has logrado rendir un cálido homenaje a tu tierra.- Dan ganas de salir a recorrer sus calles de adoquiunes, conocer su Catedral y a su gente.-
    Precioso poema.-
    Te saluda desde Uruguay Alicia.-

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A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND

Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.

Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.

Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.

¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!