jueves, 26 de noviembre de 2009

Alumbramiento


Poema limpio.

Poema

de violetas y palomas

que no conocen

tiesto ni cárcel.


Hijo mío.

Niño mío.

Salido

de un vientre de espumas

—pelvis de cañas dulces—

como tu boca

que no miente

ni hace mohínes

de cansancio

al silencio.


Hijo de mis horas

arrebatadas

al deceso de los recuerdos

— retoño salvado

en mis noches

de frívolo deseo—

libertad

única

que es mía

y no se pliega

a la demanda

del pasado que atisba.


Niño:

tú que no me pides

nada

me regalas un mundo

de soles

y mares sin regreso

y me das una tabla

que al flotar

me sublima

y un cohete que intenta

el rastreo

de insospechadas

estrellas.


Poema ingrávido

de brazos sin límites;

de madre fiel

— casta poesía de asombrosa,

purísima entraña—;

de pies anchos

como valles;

hijo

del insomnio

de la inspiración

y yo

que cohabitando

me esfumo

en la elíptica,

vaginal evanescencia

que fuera cuna

y es hoy

regazo

de aguerrido

decantado

triunfal génesis.


Poema

limpio.

Violeta

sin tiesto.

Paloma sin cárcel.


Designios


Homoequino.
Hipohombre.

Arcocentauro.

Machocaballus.

Homoequus.

Flechador.

Francotirador.

Sagittarius.