(Con audio en la voz del autor)

Desciende al mar
la gaviota.
Respira el pez
por sus branquias.
Sigue su marcha
el camino.
Alumbra de noche
la luna.
Terminan en ti
mis horas.
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor)



A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND
Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.
Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.
Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.
¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!
No hay duda que la más profunda sabiduría reside en la sencillez de lo cotidiano: lo que paradójicamente siempre obviamos....
ResponderEliminarAmigo, tus axiomas me han dejado inquieto; hace mucho que no me percataba que sigue su marcha el camino...
Mil gracias
¡Hola Pedro!
ResponderEliminarPaso a paso tu voz nos regala la belleza de tu poesía.
Un saludo.
mariarosa
Un placer su visita y sus palabras; y ahora el asombro de descubrir su poesia. Un buen regalo para esta noche que comienza en La Mancha.
ResponderEliminarUn abrazo
Queridos todos: mi agradecimiento por el privilegio de sus visitas y por dejar comentarios en las entradas. Cada uno de ustedes es un universo creativo, maravilloso y disímil que aporta y enriquece la diaria experiencia del vivir y el afán nunca saciado por aprender y descubrir. Abrazos.
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