A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND
Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.
Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.
Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.
¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!
Ya me había olvidado lo refrescante que es visitar tu blog... :)
ResponderEliminarBreve y hermosísimo poema.
Besazos.
Si los calores veraniegos te hacen parir cosas tan hermosas, por mí el verano podría ser eterno. :)
ResponderEliminarQ los pensamientos no sean por mucho tan tormentosos con tan bello rocio...
ResponderEliminarun beso :)
Excelentísima condensación mi querido Pedro. Cuánto has dicho en tan pocas palabras. Me encantó. Abrazos.
ResponderEliminarNo sólo escribes poemas apasionados, sino también románticos, como éste, tan breve como hermoso.
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