sábado, 4 de diciembre de 2010

Pseudohaiku para La Bella de Nicomedia o Heliópolis

(Con audio en la voz del autor y música de fondo)


En tu día...


Más que tradición familiar y fe ciega...



Rojo tu manto

me cubre: Bárbara

yo te venero.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)

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6 comentarios:

  1. BELLA FLOR ENCARNADA, COMO EL AMOR QUE SIENTES...
    HERMOSO ESCRITO QUERIDO PEDRO, TE ABRAZO

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  2. Como todo lo que escribes desprende una gran ternura.Hasta el perfume de la rosa llega. Abrazos

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  3. Bello y sencillo= elegante.
    Una brazo agradecido.

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  4. Amigo mío, he podido comentar sólo ahora, que en Italia ya no es el día que celebras con tu pseudohaiku, pero no puedo no comentarlo, pues hasta en las fechas, como el 4 diciembre logras evocarme el recuerdo de nuestra tierra, y los festejos que de una parte o la otra del sincretismo de nuestra tierra, siempre en rojo se festeja, que sea la Santa de nombre Barbara o que se llame Chango...
    Un abrazo para ti, pero sin truenos y saetas.
    Leo

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  5. Hola:

    Vengo a darte las gracias por haber tenido el detalle de haberme devuelto la visita, has sido muy amable por haber dejado un comentario en mi blog, muy agradecida.

    Hoy me quedo en este bello haiku, donde la rosa tiene fragancia, y desprende un olor a belleza.

    Bellísimo haiku que cubre tus palabras.

    Saludos.

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  6. Rosa de Alejandría y de Heliópolis: no conozco tu melosa fragancia, pero Pedro te venera más que a las rosas de Bulgaria y de Marruecos...señal de que tras tus pétalos escarlata se esconde el alma diáfana de Ochún...

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A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND

Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.

Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.

Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.

¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!