jueves, 4 de febrero de 2010

Laxitud

(Con audio en la voz del autor)


Agua

fragante

de húmedas texturas

e inusitado trayecto:

resbalas

como lengua

transparente

sensual

y líquida

que lame

sin recato

ni respiro

el estremecido rubor

de los poros

que gritan.


Me entrego

—olvidado

de lo imposible—

al rapto inefable

y sutil

del momento.


Me haces rehén

en prisión

de líquidas tibiezas

como dedos

que acarician

mi ansiedad

y mi sexo

abriendo

de piernas

mi raciocinio

para exultarme

—embriagado

y fresco—

de cara

a la experiencia

inexplicable

de haber

—sin siquiera

saberlo—

triangulado

con el agua

y con la espuma

una orgía

que se hizo a espaldas

del tiempo.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor)