martes, 29 de junio de 2010

Virtud y amparo de la noche

(Con audio en la voz del autor)


Podría hablar de mí

pero voy a hablar

de la noche.


Ella y yo somos

desde siempre

la misma historia:

cómplices implícitos

del hambre

que ceba de horas

la cosecha del insomnio

cuando el tiempo

desterrado en una elipse

es apenas el esbozo

de una espiral trunca y severa

y el reloj de arena

desde los laberintos

del silencio

—sofocado y antiguo—

contempla su vacío de vidrio

existencialmente infinito

en la magia dehiscente y absurda

del espejo que rechaza

la quimérica imagen

sin volumen

ni masa

ni rostro.


He de pedir

a la noche

un lugar

donde exilar mi sueño

un refugio

donde los ratones

no puedan roer

los dedos niños

de la espera

ni colmar las alacenas

con acopios agoreros

de polvo y fragmentos cristalinos

de cometas...


Más que de una almohada

preciso

el muelle seno de una ola:

algo blando

donde hundirme

sin temor a tocar fondo:

caballo acuoso

con crines de luna

corcel de agua

que cocea espectros.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)


Pedro F. Báez-May 2010