jueves, 4 de noviembre de 2010

Nocturno fragante

(Reposición ahora con audio en la voz del autor)



Rosas abiertas

al destierro insomne

que pende de un hilo oscuro

y antiguo.


Rosas nocturnas de barro color.


Verde clorofila

de silencios

privados.


Florecer es arrancarle

su plumaje de iras al viento;

negar las manchas

acuosas

del sol...


Atreverse

en esta quietud de espantos,

rosas,

es inmolar el suspiro de la aurora

es condenar al crepúsculo

en áureos mataderos

donde la sombra arrastra

el pavorreal adormecido

de cien paisajes

robados a la luna.


Rosas de noche que sonámbulas

caminan por los ecos de la fragancia:

un vestigio ha de haber

de compasión

antes de arrancarle los ojos

a las estrellas de tantas puntas mentidas

y entre puntas (tal vez)

una espina lejana recuerde

el rojo mortecino de una metáfora

al suicidio o al crimen

de un poema

imperfecto

de amor.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)


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