(Con audio en la voz del autor)
En ti me pierdo.
Con mis dedos, te beso.
Con mis uñas, te exploro.
Con mis plantas blancas, te respiro.
Con mis poros, te siento.
Con mis venas, te escucho.
Con mis pies, ¡oh, Madre!
¡me estremezco ante tu grandeza de templo...!
y al recitarlo tan bello haces que todos sintamos tus emociones y sentimientos, un besin muy grande de esta asturiana que te aprecia un montón por tu grandeza de alma, que tengas un felicisimo domingo mi niño que te lo mereces.
ResponderEliminarQué despertar tan maravilloso hollando tu tierra con mis pies...
ResponderEliminarHermosisímo, mi querido Pedro.
Mil besos, guapísimo.
Magistral canto a la madre naturaleza. Los que me estremecen, querido Pedro, son tus versos y tu forma de decirlos.
ResponderEliminarQue te lleguen mis besos impregnados del largo camino; harán escala en tu isla y seguirán hacia ti.
He esperado casi dos horas para poder leer tu poema, no se abría la página, pero valió la pena, me voy emocionado y aplaudiendo la inmensidad de tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo mi hermano.
Le
Bellas palabras a la Naturaleza madre, ala Naturaleza tierra y río...
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo.
Aunque llegue sin aliento, pero llego, y hoy llego para ponerme en esta otra orilla a maravillar contigo la grandeza de ese templo que nos cobija y nos da abrigo.
ResponderEliminarPreciosa la manera de exaltar a la Madre Naturaleza, hermosa la manera de versar.
Cojo aire, querido amigo, y me retiro a la otra parte del mar.
Un fuerte abrazo