martes, 31 de mayo de 2011
6 comentarios:
A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND
Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.
Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.
Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.
¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!
a mi también me hubiera gustado ir, pero estoy como tú de alguna forma con Elvira y seguro que será un éxito rotundo como no puede ser de otra forma.
ResponderEliminarla poesía de Elvira es grande y tú Pedro también con tu generosidad para todos.
Besicos montones
Felicidades y mucha suerte en este dia a Elvira, y Pedro, es un gusto verte y saberte bien, un abrazo
ResponderEliminarUna lástima haberme enterado tarde, hubiera ido gustoso a darle ese abrazo a Elvira de tu parte...no hace mucho que estuve en el ateneo viendo un documental sobre el muro de la franja de gaza.
ResponderEliminarTerrible, por cierto...A mi también me duelen los niños que mueren en oriente, cada día...
Un abrazo bien fuerte amigo...
jose angel)
Acá estuve y dejo mi abrazo.
ResponderEliminarGino.
Hubiéramos querido asistir muchos, mi hermano, pero desgraciadamente la distancia no lo permitió a mi tampoco.
ResponderEliminarEstoy seguro que ha sido una velada especial, como especial es Elvira y su obra.
Un abrazo para ti.
Leo
QUERIDÍSIMO PEDRO:
ResponderEliminarGRACIAS, una y mil veces, por tu generosidad puntual. Puedes afirmar con toda erteza que estuviste conmigo, dándome amor, entre los amigos que llenaron la sala en medio de un silencio casi religioso, que estalló en una ovación final interminable.
Fue una tarde muy hermosa que me confirmó que soy muy afortunada por tener tantos y tan buenos amigos. Y entre los más próximos, el que más aplaudía, era un cubano fuerte como un roble y con sonrisa de niño pícaro: mi Pedro del alma.
Fernando Sabido, un excelente poeta que está haciendo el trabajo más importante de recopilación y selección de la poesía del siglo XXI de todo el mundo, me escribía asombrado entre otras maravillas:"¡Cómo te quiere la gente!" ¿Puede haber mejor riqueza?
Las emociones a mis años, no pasan en balde y hoy estoy como si me hubiera pasado por encima una locomotora, pero feliz y con el corazón lleno de calor humano.
Gracias de nuevo y mil besos
Elvira