Hasta la inutilidad puede ser bella y de hecho lo es, sobre todo en esta sociedad utilitarista y pragmática donde todo se mide y todo se cuantifica. Démosle una oportunidad a la inutilidad, a lo bello y a lo verdadero porque sí, sin más.
A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND
Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.
Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.
Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.
¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!
Hasta la inutilidad puede ser bella y de hecho lo es, sobre todo en esta sociedad utilitarista y pragmática donde todo se mide y todo se cuantifica. Démosle una oportunidad a la inutilidad, a lo bello y a lo verdadero porque sí, sin más.
ResponderEliminarNo hay belleza inútil, mientras tus ojos la admiren seguro q algo revoluciona tus sentidos :D
ResponderEliminarUn beso
La belleza es tan personal, individual y subjetiva como el ojo que la evalúa, la disfruta o la rechaza. Abrazos.
ResponderEliminar