jueves, 4 de febrero de 2010

Laxitud

(Con audio en la voz del autor)


Agua

fragante

de húmedas texturas

e inusitado trayecto:

resbalas

como lengua

transparente

sensual

y líquida

que lame

sin recato

ni respiro

el estremecido rubor

de los poros

que gritan.


Me entrego

—olvidado

de lo imposible—

al rapto inefable

y sutil

del momento.


Me haces rehén

en prisión

de líquidas tibiezas

como dedos

que acarician

mi ansiedad

y mi sexo

abriendo

de piernas

mi raciocinio

para exultarme

—embriagado

y fresco—

de cara

a la experiencia

inexplicable

de haber

—sin siquiera

saberlo—

triangulado

con el agua

y con la espuma

una orgía

que se hizo a espaldas

del tiempo.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor)


5 comentarios:

  1. Tienes un tesoro en la garganta, amigo Pedro. Tu voz es impactante. Serías un magnífico locutor de radio o doblador. Nunca dejas de maravillarme. :)

    ResponderEliminar
  2. WOWWWW que voz!! y para esta poesia pasional exelente!! me ha encantado!!!

    ResponderEliminar
  3. Bueno, por alguna razón que desconozco yo no he podido escuchar el poema, pero si lo he leído un par de veces y me parece de una pasión espectacular, me ha gustado muchísimo.

    Un abrazo

    Gaspar

    ResponderEliminar
  4. ¡Que belleza!!
    Un poema sensual y tu voz un canal por donde llegan las sensaciones de sus versos.

    ,ariarosa

    ResponderEliminar
  5. Gracias a todos por sus reacciones y comentarios tan favorables y pos sus visitas a esta Isla que es de ustedes. Los abrazo y los espero siempre.

    ResponderEliminar

A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND

Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.

Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.

Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.

¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!