viernes, 26 de marzo de 2010

Finitud

(Con audio en la voz del autor)


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Bebí del mar y su sal

buscando

el sabor

de tu cuerpo.


Tragué piedras

queriendo

saciar

la gangosa antigüedad

de mi hambre.


Libé tu sangre

ilusionado

de que en mí

tu amor renacería.


Maldije el cielo

cuando supe

que te habías

ido

para siempre.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)


5 comentarios:

  1. Cuanto bien, y cuanto mal nos puede hacer amar. Querermos bebernos todo, saciarnos completamente, entregar hasta quedarnos sin nada, luego, nos damos cuenta, que nada hay con nosotros, y tiramos las culpas hacia lo más grande que vemos, tan grande como el dolor que se siente, sólo ahí se puede vaciar todo lo que duele la ausencia de la persona que se ama.

    Un poema hermoso, sentido, desgarrador.

    Un abrazo grande,
    Anouna

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  2. BEBÍ DEL MAR Y SU SAL
    buscando tener tus besos
    para apagar este mal
    que me cala hasta los huesos

    Amigo mío, profundos y maravillosos versos nos regalas.

    Gracias por tu lindo comentario a mi poesía

    Abrazo sincero

    M. Ángel

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  3. Gracias Anouna y gracias M. Ángel por sus visitas a mi Isla y por sus hermosos comentarios. Y gracias a ti, querido M.A., por inspirarte en uno de mis versos para dejarme el regalo de uno de tus bellos poemas. Abrazos para los dos.

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  4. Vim convidar pra ver o vídeo que fiz, no Blog: Sentimentos.

    http://sentimentos-jacque.blogspot.com

    Se tu quiseres dar uma olhada...
    Sigo tu Blog.

    Beso con ternura

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  5. Poema de amor y desamor, de sensualidad y abandono...El amor, que nos brinda tantas alegrías, puede también sumirnos en la desesperación más absoluta. Otro beso.

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A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND

Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.

Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.

Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.

¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!