lunes, 5 de julio de 2010

Ecuestre

(Con audio en la voz del autor)


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Asido

a las crines de un beso

galoparé despacio

la extensión de tu deseo...


Exploraré tu alma

meditaré en tu aliento

y ya cuando no pueda

avanzar más por tu cuerpo

desmontaré desnudo

—enardecido y enhiesto—

buscando en tus oquedades

nicho y paz para mi fuego.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)


Pedro F. Báez-May 2010

7 comentarios:

  1. El otro día pedí tu consejo para elegir un poema que debía recitar.
    Tú no sabes cuál elegí, pero, fíjate las casualidades...

    OQUEDADES

    Píntame en un lienzo vacío
    traza mi silueta con tus dedos
    llena de colores mis oquedades
    y luego...
    ...hazme verso.


    Genial, tu poema, Pedro...me ha encantado...

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  2. Un poema muy evocador.
    Dice mucho y bien.
    Un abrazo, Pedro.

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  3. En pleno verano y con el calor que hace y tú, amigo Pedro, añadiendo más décimas a las altas temperaturas. ;)

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  4. Me encanta me encanta me encanta.
    Precioso, precioso, precioso.

    No se cómo oirlo con tu voz.

    Muchos besos poeta de los poetas.

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  5. Hola Pedro, aquí leyendo y disfrutando de este lindo poema que nos regalas.

    abrazo sincero

    M. Ángel

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  6. Hola, gracias por tus poemas y también por acercarte a mi blog y comentar.

    saludos

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  7. Cálido y sensual como los vientos de tu isla...explícitamente sexual, con la fuerza de ese semental al que alude tu hermosísimo poema y la ilustración que lo ornamenta. Y es que la pasión amorosa es el auténtico paraíso en la tierra, no hay nada que se le pueda igualar.

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A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND

Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.

Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.

Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.

¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!