jueves, 3 de diciembre de 2009

Bárbaro Francisco Javier


(Alguna vez contaré la historia asombrosa y verídica de mi nacimiento, según la relataba mi madre)


Nombre de pila: Pedro Félix Báez Centelles, hijo de Dalia y Ramiro.


Nombre legal: Pedro Félix Báez, hijo de Cuba, la necesidad y el exilio.


Nombre literario; Pedro F. Báez, hijo de la cortedad y del misterio.


Nombre de cuna, al cual se negó mi padre aunque siempre pasó lo que iba a pasar: Bárbaro Francisco Javier, hijo de Santa Bárbara, la Divinidad y el Destino...


4 comentarios:

  1. Muy buenas las fotos, estas guapisimo mi querido poeta.

    Besitos desde Madrid.

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  2. Por lo menos te conocemos tal cual eres.

    Saludos cordiales.

    Hasta pronto. Un saludo cordial

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  3. Me encantó este post! dices tanto y en con tan poco...

    Un beso!! :D

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  4. Gracias a todas por sus visitas y por sus palabras tan cariñosas y amables. Todo cuanto digo aquí es verídico y un día me pondré a contar la historia de mi vida, para que se entiendan las cosas de forma más clara. Gracias, Susurros, por pensar que estoy 'guapísimo'. Estoy más o menos para mis años y eso me tranquiliza y lo acepto. A Pluma, le digo que siempre tendrán ustedes de mí honestidad y sinceridad en mis escritos y en el trato personal y a la Miniprincesa: gracias por captar la esencia de lo que quise y necesitaba transmitir. Abrazos y besos para todas.

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A TODOS LOS NAVEGANTES Y NÁUFRAGOS QUE ARRIBAN A PEDRO’S ISLAND

Quien llega a esta Isla, llega exhausto: vapuleado, cuasi-ahogado, confuso; luego de haber navegado o naufragado a contracorriente y de haber escapado las fauces hambrientas del océano inmenso y su profundidad alucinante de cristal, espuma y sombra.

Gracias por tener fe en el horizonte. Gracias por perseverar.

Descansa en estas playas y siente que has llegado, finalmente, a donde perteneces desde siempre. Te ofrezco, en recompensa de viaje y por tu denodado esfuerzo, todos los secretos, la paz y la magia de este paraíso que de este momento en adelante, es también tuyo.

¡Bienvenidos, damas y caballeros, a Pedro’s Island!