(Con audio en la voz del autor)
Mercaderes
de blasfemia.
Proxenetas
de Marte
hecho metal
y fuego.
Inmorales
que
en un segundo
siegan
cien
mil vidas
sin sentir
remordimiento.
Bombas
misiles
teledirigidos
como en
pesadilla
de ciencia-ficción
traída
a esta dimensión
de cúbico,
indolente
caos
mientras
—firmamento
arriba—
tiemblan
se sonrojan
se ruborizan
los ángeles
de alas raídas
ante el escarnio
inmerecido
de la tierra
que
clamando
paz
es castigada
por la bota
y el pene
que
en marcial
desafío
de verde-olivo
arrogancia
se atreven
a usar
como objetivo
las desvencijadas
y carcomidas
puertas
del sarnoso
cielo.
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