(Con audio en la voz del autor)
Regresas con el sol en las venas
y canteros de yerba buena
creciéndote en medio del pecho...
Te hechizó La Madre
La Bruja de Todos
la que no admite sino amor o rechazo
porque es altiva y hermosa
como sólo puede serlo ella y ninguna otra isla
ninguna otra tierra, ninguna otra extensión sobre el mar
en ningún otro planeta ni galaxia
ni universo.
Estoy feliz de tenerte:
de que la hayas tenido.
En tus pies, granos de arena
y el susurrado canto de las caracolas
que velaron desde su marino aplomo
tu sueño de niño
que regresa al útero...
Huelo en tu piel la masculinidad del almácigo
el fresquísimo y sexual aroma de los atejes
el perfume del café
enredado en la provocación de tu pelo
el efluvio a noche y a otros sexos que mana
de tu entrepierna a la zona sacra
hasta la gruta de las anticipaciones
y los muy deseados ritos...
Presiento sal en tus oídos y dulce guarapo
en tus besos...
Te dije que aquí esperaría...
Aquí estoy
a tu regreso.