(Con audio en la voz del autor)
Se agacha la lluvia
—extemporánea y fría—
con esa inclinación
de lésbica impaciencia
que la hacen patente, visceral
y dúctil
como andrógeno beso
resbalando
sobre los senos oscuros y henchidos de ozono
de la noche despierta...
Entre susurros
de salivado silencio
—en el plagio incoherente
casi pueril de mis caricias—
tomas mis manos
esculpiendo escaleras que descienden
hasta el templo
que en sanguínea pulsación repica
el eco inaudible de tu ritmo
en el volumen
crecido
de tu imperiosa urgencia.
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