(Reposición ahora con audio en la voz del autor)
© Pedro F. Báez
Quise beber de mágicas fuentes
holladas por duendes.
Quise raptar ninfas de pies alados
y cuellos de cisne.
Quise nutrirme de rubores
de enferma princesa.
Quise hablar de la flor
y dedicarle un poema al calmo cielo.
Quise el secreto de Merlín
guardado en la cima más alta
por cuatro perros de oro.
Quise contar las perlas como rocío
del velo de Scherezada.
Quise llevar la corona de Luis XIV de Francia.
Quise tejer con magnolias
la gloria fósil de un imperio.
Quise saturarme de Egiptos.
Quise enlutar con laureles mis versos.
Quise mirarme desnudo
en las aguas sin firmamento.
Quise rodearme de lunas pálidas
y ultrajantes soles intensos.
Quise amantes helenos
a una palma de mis deseos.
Quise noches sin regreso.
Quise habitar mil palacios.
Quise cantar Olimpos y etéreas walkirias.
Quise forjar viejos mitos.
Quise castigar novedades.
Quise tener el pecho
en los astros.
Quise conquistar lo feo.
Quise cerrar
al mundo mis ojos.
Quise paz.
Pero no era
yo.