La poesía como tal fue publicada con el título Poema sobre ruedas para un niño de Cuba. Al otro día, para grata sorpresa mía, Alfonso Baro la había musicalizado, haciéndola canción. Esta es la primera musicalización que hizo Alfonso de un poema mío.
El poema fue a su vez inspirado, por la foto del escritor y fotógrafo cubano Orlando Luis Pardo Lazo que aquí aparece.
Se come con su carriola
La Habana entera
—por portales y aceras—:
carriola habanera.
Niño que no sabe
de cuitas y de quimeras
feliz y sonriente
sudando va y corretea
con su carriola blanca
que hasta otro mundo lo lleva.
Futuro sobre dos ruedas
que aún no sabe que lo espera
un horizonte de dudas
y de promesas complejas...
Mientras alegre y ligero
va gritando en su carrera
para que cedan el paso
a su carriola que sueña.