(Reposición ahora con audio en la voz del autor)
No quiero
ser puente.
Quiero ser
río:
prolongarme
en meandros
y afluentes
como brazos abiertos
abarcando la tierra
y todo
lo que está
vivo
y crece.
No quiero ser
nube.
Quiero
ser cielo:
empinarme
a la par
de los vapores
y tocar
sin recelos
los confines
de todo aquello
que está
más allá
y aún
más
allá...
No quiero ser ola.
Quiero ser velero:
la ola
muere en la playa,
el velero
—si es ligero—
zarpa de oriente a occidente
hacia el sur
o hacia el centro
con el norte como estrella
y la estrella
desde adentro
es timón de cinco puntas
en los mares de misterio.
No quiero
ser dios.
Quiero ser
hombre:
para amar con la carne
y el alma
para darme
—entre tantos excesos—
el placer
del final de mis días
junto al polvo final
de tus huesos.
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)