(Con audio en la voz del autor)
La ecuación es sólo eso:
variables
logaritmos
células de albúmina
contenidas
en odres
que son frontera
entre mito y agua.
Plan divino:
computadores
tal vez un ángel...
Lo demás:
dioses devastados, templos derruídos
máscaras funerarias
de lapislázuli y jade
aberraciones
clonaciones de todo lo mentido
de la imaginación reacia al cultivo
de una realidad
que por tangente y ordinaria
quema la pupila
y su lente
que todo lo capta.
¿Adónde ir?
No al cielo.
No a la tierra.
No al parlamento de los sermones
ni a la suavidad de glande
de las tonsuras expuestas.
Viajar más bien
en reverso
a la simiente
que aún olvidada
palpita
hacia la génesis
que no miente
porque es presente de los astros
y no una invención canonizada
de las liturgias.
Volver
al óvulo y al semen
al amnios
a la sanguínea fosforescencia
del útero en penumbra
a ser pez
luego serpiente
más tarde anfibio
reiniciando
disfrazado de bípedo
el inútil
conteo progresivo
del espejismo
que en futuro
yace.