(Con audio en la voz del autor)
Para los presos políticos cubanos de deben marchar al destierro como precondición para ser liberados. Su único crimen fue creer poder tener voces propias donde sólo hace ecos la voz de un tirano. Para ellos. Para sus familiares. Para los responsables y gestores de un éxodo que no termina. Para Cuba que se desangra con el aborto de cada hijo...
Fotocomposición con efecto de agua
Foto original © Orlando Luis Pardo Lazo
(Tomada de Boring Home Utopics)
Salen
de Islacárcel
los malditos...
Desterrados argonautas
hacia un exilio
perfecta e impunemente amortiguado
de nutricios garbanzos y estentóreas castañuelas
pactado
con pírrico sigilo
en las antesalas de arquetípicas celosías
que preceden
la fanfarria hiperrealista
de la comparsa que los pies arrastra
ante el harapo y la piltrafa
compartidos
entre purgatorio y gloria
descolgados
al unísono
desde los cojones del cielo...
Al final de la rúbrica
lacra la sangre
la renovación del cansancio
sin evacuar ni perforar el cerumen
cuya hez en sordera
impacta el grosor de la soberbia
que no registra
ni razones, ni pronósticos
ni súplicas de última instancia
ni el flash
incesante
de los artilugios.
¿Hasta cuándo el egreso
sin definición de retorno?
¿Hasta cuándo
la caravana en eslabones
de aviones, neumáticos, ilusiones y suicidios?
¿Hasta cuándo el castigo
irremisible
del cordón umbilical
trunco
cercenado
por tiburones bípedos?