viernes, 25 de septiembre de 2009

Nocturno fragante



Rosas abiertas

al destierro insomne

que pende de un hilo oscuro

y antiguo.


Rosas nocturnas de barro color.


Verde clorofila de silencios

privados.


Florecer es arrancarle

su plumaje de iras al viento,

negar las manchas acuosas del sol...


Atreverse

en esta quietud de espantos,

rosas,

es inmolar el suspiro de la aurora,

es condenar al crepúsculo

en áureos mataderos

donde la sombra arrastra

el pavorreal adormecido

de cien paisajes robados

a la luna.


Rosas de noche que sonámbulas

caminan

por los ecos de la fragancia,

un vestigio ha de haber

de compasión

antes de arrancarle los ojos

a las estrellas de tantas puntas mentidas,

y entre puntas (tal vez)

una espina lejana

recuerde

el rojo mortecino

de una metáfora

al suicidio o

al crimen

de un poema

imperfecto

de amor.





Un abrazo de estrellas.


Una canción

en los labios

del más sensible poeta.


Queja en la aurora

que vaga

la blancura inaudita

de la pureza ideal.


Beso de tibios placeres.


Amanecer de ilusionoes

y esperas.


Flor mía

prendida a las sienes

de mis sueños

más queridos.




Promesa hecha rocío

en la sed

de mis desiertos.







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Mi foto
La Habana, Cuba, Los Ángeles, Estados Unidos
Nacido en La Habana, Cuba, el 3 de diciembre de 1960. Emigra a Estados Unidos en 1980, a través del éxodo masivo de Mariel. Ganador de numerosos concursos de poesía, literatura y ensayo en Cuba y Estados Unidos. Publica su primer poemario, "Insomnia" en 1988, con gran acogida por parte de la crítica especializada y el público. Considerado por críticos y expertos como uno de los poetas fundamentales y representativos de la llamada Generación del Mariel junto a Reinaldo Arenas, Jesús J. Barquet, Rafael Bordao, Roberto Valero y otros.