(Con audio en la voz del autor)
Nota aclaratoria 9 horas después de haber publicado el poema: un comentario honesto y amable de mi querida amiga Isolda me lleva a hacer esta aclaración: la palabra "mierda" utilizada en el título y en el haiku que forma parte del poema principal está empleada en su acepción coloquial de "basura", "desecho", "desperdicio", "trash" y no de "excremento". Es un poema de irónica reflexión y protesta ante el acto rutinario y casi inocente de generar y botar basura a diario mientras el mundo, el planeta, se ahoga en desperdicios de toda índole. Gracias.
... sobre todo fungimos
como putrefacción del desperdicio:
toneladas adscritas al per cápita
colectivista de lo amorfo
en el día a día alquilado
de eurodolarizado, chiniquitado
indostánico y no-alineado consumismo
(¡casuística ilógica de lo global-maravilloso!)
impulsados
al no-raciocinio
al no-racionamiento
al acéfalo, ridículo papelazo de vectores inconscientes
(Occioriente
cada vez más agreste y destartalado
que desfila antibiótico e intoxicado de desaciertos
por las pasarelas desde Beijing hasta Ottawa).
Combatimos
contra todo hálito
que habite sin saberlo
espejos empañados de clorofila
o se canonice
— espléndido y consagrado rito de la albúmina—
en catedrales de carbono
que repercuten con eco lejano
las letanías y los soliloquios de la hemoglobina
fosilizados en el vicio inalterable
de oficiar masturbaciones cíclicamente alveolares
en la continua y escandalosa
combustión incestuosa del oxigeno.
Se impone entonces
el haiku asimétrico de las plastas proterozóicas...
para las amables, desechables
respetadas inmundicias pluralistas:
¿Qué es nuestra mierda
sino un estado alterno
de la materia?
Y ya evacuado el aforismo — lacónicamente genuflexo —
pasa estruendoso el camión de los suicidios
que en eutanasia de escombros
se aleja masticando
— aséptico y sicalípticamente promiscuo—
la estética y acicalada fetidez
de todo cuanto hoy
(sin apelación ni recurso)
hemos definitvamente desterrado
de nuestra apacible
e irrefutable podredumbre.