(Con audio en la voz del autor)
Cada cual, por separado, sabéis quién sois...
Las Tres Gracias, Parque Nacional de las Secuoyas, California, EE.UU.
(Foto de la red con efecto de agua)
Andan sufriendo mis Gracias
por tres sátiros de fuego...
que no se hicieron las Gracias
para el azar de los juegos.
Desatarse a tiempo es
prioritario y no ser leño
pasto de ardientes palabras
que en brasas van consumiendo.
¡Despertad! ¡Tomad las riendas
de esos corceles cerreros!
¿Quién ha visto que una Gracia
lleve corazón en duelo?
¿Quién dijo que ha de arrastrarse
el amor ante el desprecio?
¿Quién, que amar es soportarle
los desplantes a un grosero?
Fusta o látigo, ¡no importa!
¡Castigad a los tres cerdos!
¡Que no se diga que puede
la impunidad tener cetro!
Cada cual tiene su historia.
Cada cual lleva su peso.
Pero nunca es admisible
que no merezcan respeto.
Las amo, por eso medio
so riesgo de acabar leso
que en estas cosas del alma
sobrados van los consejos.
Os quiero y quiero ver brillo
en sus ojos y en sus pechos:
¡cabezas altas, mis Gracias
que el poder lo llevan dentro!