También señalar que, obvia y descaradamente, en Cuba se violan las normas internacionales y los propios estatutos nacionales en cuanto a la protección de la privacidad e integridad física de los envíos postales y el derecho de los ciudadanos cubanos a recibir y enviar información y materiales de información libremente, amén de interferir con el desarrollo personal, profesional, intelectual y económico de una ciudadana cubana al confiscar incluso el contrato ofrecido a Yoani Sánchez por una editorial interesada en publicar sus trabajos.
Reproduzco a continuación, íntegramente, mi comentario a Yoani Sánchez y los documentos facsímiles reproducidos por ella desde su página Generación Y.
"Yoani, con tu permiso y citando todos los créditos correspondientes, voy a publicar una entrada en mi página utilizando estos documentos que aquí expones y hablando brevemente de las ridículas causas que los motivan. Seré breve, pues deseo que mis lectores y seguidores saquen sus propias conclusiones. Me fascinó el reconocimiento (por nerviosismo, inusitado arranque de civismo o incompetencia) de que el "... que sus ciudadanos puedan disponer de mayor bienestar material y alcanzar la realización personal, extremos totalmente contrarios a los principios de nuestra sociedad" (!). Dicen que "el peje muere por la boca". Esta pobre chiquita debe estar escamada y frita a estas alturas. Abrazos."
Irónica; curiosamente, y sin siquiera sospecharlo, la abogada y el funcionario de aduana son miembros, por virtud de la letra inicial de sus respectivos nombres, de la Generación Y. Quiéranlo o no.
Queda a completa disposición de ustedes la lectura y el análisis de los documentos en cuestión. Pinchar cada pliego para ampliar y leer más cómodamente su contenido.