Arrastra la soledad
su propio mantra que musita:
silencios de meridiano reproche
sueños incubados en el confín de la palabra sin aleteos
(para no repetir silencio;
siempre silencio:
precedido y sucedido
por ese otro cojonudo pretexto de la subsistencia
que es el tiempo).
El mar, inmóvil, como lago de vidrio
es azogue y reflejo
de celestes, apocalípticas depresiones:
azules ensimismados
cabizbajos
suicidamente tenues
ante el rechazo de las nubes.
Mi ojo (tengo uno solo; uno que mira
— el otro dormita y vigila por dentro—)
se acomoda a la asfixia amoratada del momento
con pestañeos leves, avícolamente pausados y tediosos
de abanico cansado y capado
— ¡a quemarropa!— de cinetismos...
Los caballos de mar abaten con sus colas de ocio
artrópodas moscas inventadas por el agua
y los corales bailotean, como peinetas al desgaire
atrapando plancton que emite micro-alaridos de "¡Socorro!"
en burbujas diminutas cuyo equivalente
es la parálisis del más abyecto y amordazado mutismo.
Me pierdo en las algas que me persiguen
hasta descubrir que forman parte de mi pubis...
Entre mis dedos:
membranas transparentes de sílice y amianto...
Buceo en las cavernas del cielo-mar invertido:
inverso todo sin contienda
en los cuatro puntos cardinales
y más allá de lo cardinal-extraordinario:
en toda dirección cabalística
de lo ordinal y sucesivamente finito.
Surrealista la oblicuidad del juicio
arropado entre caracolas y estrellas de mar
envenenadas de salobre llanto y sangrante clorofila homicida
propagándose como un virus omnipresente y maligno
entre las corolas de las anémonas que pululan
gravitando sobre el fondo cristalinamente imposible
del cielo reventado de lenguas
e indefinibles sexualidades de lo pisciforme.
Me refugio entonces, perseguido por las algas
en una ostra que es molusco y vagina ancestral
de rotas cosmogonías
empollando allí su perla en concreciones de nácar y proteínico semen:
simbiosis e híbrido perfecto del sincretismo del mar
con lo aceptablemente absurdo
cuando nazca
entre sueño y pesadilla del agua
el hijo amado y predilecto de la luna.