Visceral
introspectivamente
pregunto
si es plausible
(enconadamente
posible)
respirar
y vivir
sin conocer
del beso
ni probar
de su sal
y su verbo preñado
de arcaica pasión
y velado exterminio;
si es aún vedado
buscar
su tibio
y húmedo abolengo
y sentir
el eléctrico desafío
de interno vuelco
y erizado terremoto
a flor de piel
—erección
de unísonos
en primaria
genital urgencia
hecha mástil
y enhiesta enseña
(invicto,
sanguíneo estandarte):
pabellón triunfal
del beso eterno—.