La Gran Escena es la vida. De ella, sus actos más peculiares y sobresalientes...
— Mi marido no me ama.
— ¿Cómo sabes?
— Hace años no me toca ni me dice que soy hermosa. Apenas hablamos cuando llega del trabajo. Estoy segura de que tiene otra.
— ¿Y tú le has dicho?
— No. Soy demasiado orgullosa.
— ¿Por qué no te divorcias?
— Porque lo amo.
—¿Lo amas?
— Sí, a pesar de todo...
— Entonces no tiene remedio. Mejor me das un beso y continuamos haciendo el amor...