Se prepara Pedro's Island para la celebración de su primer aniversario mañana

Mañana, 9 de agosto

Primer Aniversario de Pedro's Island

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Fidel Castro, El Oráculo (¿Orate-culo?)

Ahora que él mismo se ha dado de alta y se declara totalmente recuperado a escasos días de su octogésimo cuarto cumpleaños, Fidel Castro se erige en oráculo para una vez más pronosticar el apocalipsis nuclear mundial a manos del imperialismo yanqui que "avasalla" el "legítimo derecho" de Irán y Corea del Norte a "elegir sus propios destinos" (léase "derecho de fabricar sus propias armas nucleares").

Parece que a la miopía política tradicional de El Comandante hay que sumarle ahora el empeoramiento de sus cataratas, pues sólo hay que darse un paseíto por Centro Habana y las zonas no turísticas de La Habana y sus alrededores para ver una ciudad devastada y en ruinas, tal como si allí se hubiera producido el epicentro de una explosión atómica hace mucho tiempo.

Y a la par que La Habana se derrumba, como el resto de Cuba, y la economía se hunde día a día en el más profundo de los abismos, Fifo El Oráculo —sin siquiera tomar en cuenta la presidencia hereditaria de su hermanísimo decretada por él mismo—, predice la catástrofe del orbe a manos de su archienemigo, Estados Unidos, frente al parlamento cubano, sin mencionar ni una sola vez la precaria situación social y económica de la Isla.

Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga enterrada en el propio. Se habló del malvado imperialismo norteamericano, de la burguesa e injerencista Unión Europea, de Israel, de Corea del Norte, de Irán, de la "fraternal e indestructible amistad con la República Bolivariana de Venezuela (¿se acuerda alguien de "la fraternal e inquebrantable amistad con la Unión Soviética"?)...

Se habló de todo, menos de Cuba.

Y es que parece que para El Caballo ya Cuba es asunto perdido. Ahora, para salvar su imagen y su lugar en la Historia, vaticina e intenta salvar al mundo que bulle en los confines de su alucinado y obsoleto raciocinio de viejo politicastro vencido por las circunstancias históricas y por sus propios errores de dictador arrogante e intransigente...

Ya dio una fecha equivocada para el Armagedón, que acaba de llegar sin penas ni glorias: el 8 de agosto, aunque pasó completamente por alto el mencionar o comentar este nuevo fracaso de calendario en una retahíla ya larga de fallidos hitos y vaticinios.

Si tal como lo hizo en las décadas de los 60, 70, 80 y 90 Fidel Castro se aventura de nuevo a predecir e influenciar el futuro con oráculos y fechas de augurio, podremos respirar tranquilos de que sus exequias como Monarca de Facto y Primo Dictador Assoluto tendrán lugar mucho antes que ninguna otra de sus ya desprestigiadas y tremebundas lucubraciones.