(Con audio en la voz del autor)
Armienne es una mujer real. Una mujer que sin ser cubana, ama a Cuba y vive en ella. Quien vaya a su página, vaya preparado a encontrar a una persona de carne y hueso, que, sin embargo, en el pregón de su condición y de su historia, se sublima.
La puta Armienne se desnuda:
más que puta es un suspiro
suspiro de amores parcos
y de sueños desvalidos.
Entre las piernas la fuente
que fue claustro y fue casino:
un candado de nostalgias
que le presagian olvidos.
Puta, le dicen con sorna
Puta, dicen sus amigos
Puta, nombre de campaña
Puta a título exclusivo.
Blanca y grácil como un ave
y una estrella por ombligo
pavorreales en los ojos
pechos de jazmín florido.
Quien la escupa, escupe amores
porque amores es su sino
sino de puta esbozada
en las sombras del camino.
Desnuda es como una danza
de deseo y de martitrios
virgen de grupa violada
entre abortos y suicidios.
Si por dibujar su nombre
me critican los mezquinos
sepan que prefiero putas
a hipócritas y cretinos.