(Con audio en la voz del autor)
A mi Habana, esa que languidece y se derrumba delante de todos...
(Poema al final)
Como espectros de salitre
se mueven
evadiendo la sombra.
Viven en claros de luna
entre ruinas
de la ciudad-fantasma
tumbada y dolorida
como la grieta en el mármol
de un mausoleo
antiguo.
Se bañan en los charcos
dejados al azar
por la lluvia
en la honda depresión
del tiempo
sobre las calles
y sus basureros
que abrazan la noche.
Comen de la brisa
y beben
del aire
que los respira.
Son sonámbulos
de un sueño
perdido en las barbas
de un maleficio...
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