Libertad es
el vuelo de la gaviota
sobre la mar sin límites;
la fuga líquida del pez
en su jungla acuosa
de corales
y hundidos veleros;
el bostezo de la ostra
perlada
en sufrido diente.
Libertad es
el orbe
percibido desde el aire
sin fronteras ni colores
ni líneas divisorias
de político empeño
demarcando
el viejo mito
de posesión ilusoria
estrellado en el vacío
del génesis
desposeído
de origen.
Libertad es
morirte de hambre
cuando el resto
azota de gula
sus distendidos
estómagos
y te miran
fenecer
impasibles
desde las vidrieras
y aires libres
de los establecimientos.
Libertad es
entregarte
sin pedir nada
y tomar
sin que te inviten.
Libertad es
someterte
al capricho
de los orates
al fragor
de la anarquía
al mítico caos
sediento
de desórdenes
y asexual maniqueísmo.
Libertad es
olvidarte
sin pensar en el mañana
ni preguntarte.
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