Surca tu ausencia
el espejo del agua
en la gris,
desprovista imagen
que copia
en rizos de viento
la vacua exactitud
de universos carentes
sin el relieve
ondulado y adormecido
del paisaje de tu cuerpo
dibujado
en la memoria
que persiste
atada al perfume
ensortijado y rebelde
que no
abandona
la antesala
de mi deseo.
2 comentarios:
A veces los deseos son difíciles de ocultar, pero cuando se hace; más se sienten y más se añora.
Saludos.
Tienes razón. A veces la añoranza se convierte en un estado de triste y callada desesperación. Abrazos :)
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