(Con audio en la voz del autor)
Mercaderes
de blasfemia.
Proxenetas
de Marte
hecho metal
y fuego.
Inmorales
que
en un segundo
siegan
cien
mil vidas
sin sentir
remordimiento.
Bombas
misiles
teledirigidos
como en
pesadilla
de ciencia-ficción
traída
a esta dimensión
de cúbico,
indolente
caos
mientras
—firmamento
arriba—
tiemblan
se sonrojan
se ruborizan
los ángeles
de alas raídas
ante el escarnio
inmerecido
de la tierra
que
clamando
paz
es castigada
por la bota
y el pene
que
en marcial
desafío
de verde-olivo
arrogancia
se atreven
a usar
como objetivo
las desvencijadas
y carcomidas
puertas
del sarnoso
cielo.
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3 comentarios:
Saludos, Pedro, poeta y amigo, desde la tarde mediterránea.
Siento la demora, pero he permanecido un tanto absorto del blog durante las últimas horas, ocupado en otros menesteres.
Pero aquí estoy, con cierto retraso, pero más vale tarde que nunca, para desear que tuvieras un maravilloso Día de los Enamorados, junto a tu pareja y allegados, y que ese día se siga prolongando durante el resto de jornadas del año, pues para amar no hay fecha si el corazón posee verdaderos sentimientos.
Respecto a tu plegaria, estremecedora, pero desgarradoramente real. Demoledoras palabras para condenar el eterno conflicto bélico que nos moldea desde los albores de la Humanidad. Ahora mucho más atroz, pues en nuestra involución sistemática, perfeccionamos hasta las técnicas para segar vidas.
Pero en los Cielos aguarda un Divino Juez, que sentenciará entre aquellos que dedican su vida a amar y aquellos que nutren su interesada matanza indiscriminada.
Un abrazo desde el otro lado del océano.
Fuerte plegaria que duele por lo real.
Pedro escribes muy bien .
mariarosa
que cosa mas verdadera, me he qedado prendida a tu narracion. un gran abrazo.
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