lunes, 15 de marzo de 2010

A ella, que vive en mí

(Con audio en la voz del autor)



No es fácil

aprender a vivir

todos los días.


Abrir los ojos.

Despertar.


Levantarse

apoyándose en los codos

moviendo las piernas.


Pensar

que no fue un sueño.

Que ya no estás.

Que te fuiste.


En el café veo tu rostro

y en su aroma presiento

tu sonrisa.


Me diste vida

y a ella me entregas.


No queda otro camino

que continuar

viviendo.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)



5 comentarios:

Sombragris dijo...

Sentimiento y alma puestos en verso...por supuesto que permanece...está en tí.Un abrazo ,Pedro

Anónimo dijo...

Me gustó haberme pasado por aquí, y sin duda seguiré haciéndolo. Saludos

Domingo dijo...

Deduzco que te refieres a tu mamá, amigo Pedro. La madre es la mujer más importante de nuestra vida, pues es origen, fuente y luz de lo que hemos sido, somos y seremos. Estoy seguro que tu madre se siente muy orgullosa del hombre que hoy eres. Y aunque antes de partir te dio llaves personales para enfrentarte a la vida, ella te sigue protegiendo, de otro modo si quieres, pero sigue ahí. Y seguirá mientras la recuerdes con el cariño y la ternura que te caracteriza. :)

Mercedes Pinto dijo...

Que difícil resulta mantenerse en pie después de perder un amor, pero, como yo siempre digo, si aguantas, se pasa. Y otros vendrán.
Un placer venir a leer.
Saludos.

Pedro F. Báez dijo...

Alfonso, como siempre, tan gentil y oportuno.

WIG, gracias por venir y por gustar de lo que creo. Bienvenido siempre.

Domingo, tu deducción es correcta y también lo es tu afirmación en cuanto a la madre como afecto y como figura guía. Soy quien soy porque ella así me crió, sin quitar méritos a mi padre, que es también un gran hombre.

Mercedes, se pasa, pero deja cicatrices. Gracias por venir y por comentar.

Abrazos y todo mi cariño para todos.




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Mi foto
La Habana, Cuba, Los Ángeles, Estados Unidos
Nacido en La Habana, Cuba, el 3 de diciembre de 1960. Emigra a Estados Unidos en 1980, a través del éxodo masivo de Mariel. Ganador de numerosos concursos de poesía, literatura y ensayo en Cuba y Estados Unidos. Publica su primer poemario, "Insomnia" en 1988, con gran acogida por parte de la crítica especializada y el público. Considerado por críticos y expertos como uno de los poetas fundamentales y representativos de la llamada Generación del Mariel junto a Reinaldo Arenas, Jesús J. Barquet, Rafael Bordao, Roberto Valero y otros.