(Con audio en la voz del autor)
No es fácil
aprender a vivir
todos los días.
Abrir los ojos.
Despertar.
Levantarse
apoyándose en los codos
moviendo las piernas.
Pensar
que no fue un sueño.
Que ya no estás.
Que te fuiste.
En el café veo tu rostro
y en su aroma presiento
tu sonrisa.
Me diste vida
y a ella me entregas.
No queda otro camino
que continuar
viviendo.
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)
5 comentarios:
Sentimiento y alma puestos en verso...por supuesto que permanece...está en tí.Un abrazo ,Pedro
Me gustó haberme pasado por aquí, y sin duda seguiré haciéndolo. Saludos
Deduzco que te refieres a tu mamá, amigo Pedro. La madre es la mujer más importante de nuestra vida, pues es origen, fuente y luz de lo que hemos sido, somos y seremos. Estoy seguro que tu madre se siente muy orgullosa del hombre que hoy eres. Y aunque antes de partir te dio llaves personales para enfrentarte a la vida, ella te sigue protegiendo, de otro modo si quieres, pero sigue ahí. Y seguirá mientras la recuerdes con el cariño y la ternura que te caracteriza. :)
Que difícil resulta mantenerse en pie después de perder un amor, pero, como yo siempre digo, si aguantas, se pasa. Y otros vendrán.
Un placer venir a leer.
Saludos.
Alfonso, como siempre, tan gentil y oportuno.
WIG, gracias por venir y por gustar de lo que creo. Bienvenido siempre.
Domingo, tu deducción es correcta y también lo es tu afirmación en cuanto a la madre como afecto y como figura guía. Soy quien soy porque ella así me crió, sin quitar méritos a mi padre, que es también un gran hombre.
Mercedes, se pasa, pero deja cicatrices. Gracias por venir y por comentar.
Abrazos y todo mi cariño para todos.
Publicar un comentario