(Con audio en la voz del autor)
De mí recuerdas mi sexo
y mi forma de moverlo
el olor a cobre
y a deseo
que aspirabas
en la zona sacra
y proscrita
de mis inhibiciones
mi rostro gatunamente angular
de insular y visionario sincretismo
la forma
de hacerte gemir
para morderte los labios
en el paroxismo
al borde
de aquel abismo
de jóvenes
concretísimas
parcamente urgentes
existencialidades...
De ti guardo tu boca
con sabor
a néctar de piña
mi vampírica tendencia
a libar en moretones
la yugular derecha
de tu cómplice cuello
mi lengua en la húmeda
y salobre intimidad
de tus precipicios
tu pelo rebelde batiendo
guerra de guerrillas
contra el ejército inexorable
de mis dedos
tus pecas (doradamente adolescentes)
los tres vellos breves
que sobre tu nariz
eran pista de despegue
hacia otros puntos
cardinalmente vedados
de tu inexplorado
mariano relieve...
De nosotros
el rubor y la risa
la estrechez del minuto
los sueños
que se escapaban
al espacio como globos inciertos
la intransigencia
del medio asfixiante
y de los mayores
sumisos a su culto
la historicidad aplastante
de nuestro propio protagonismo
el aplazamiento
—ahora insoslayable—
de gritar
nuestras verdades
en la atmósfera intimista
de tu oído
junto al mío.
4 comentarios:
Hoy te cargaste de erotismo... excelente manera de expresarlo, bellos versos con mucho ritmo a la vez que nostalgicos. Excelente. Un fuerte abrazo.
Me ha encantado. Es un poema erótico, tierno, amoroso.... Pero me han dado ganas de llorar. Quizá porque solo es un recuerdo. Un beso
amigo
Explícito y hermoso este poema que rememora la iniciación al amor de Eros en la lejana adolescencia...Un beso, poeta...
Pedro un sugerente y erótico poema que hace volar la imaginación a esos encuentros soñados, un agrado leerte.
Un gran abrazo desde Chile.
PS.: Anouna manda sus saludos, no pudo entrar a comentar por problemas en el computador, pero me ha dicho que le gusto mucho tu poema.
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