(Con audio en la voz del autor)
Imagen de la puesta del sol y de farolas en La Habana en un día gris, con efecto visual de agua. Basada en una foto de Orlando Luis Pardo Lazo tomada de Boring Home Utopics.
En grises
ciudad
te esfumas:
Habana en ocaso
en un día triste
que no respira.
Mancornada urbe
de aguas
y de cansancio de piedra:
te deslíes
te diluyes
te derrites sobre el litoral
como un espejismo
de tedioso ahínco
clavada en nazareno empeño
al hedor de tus calles
a los insondables huecos
de tu magnífica
provocada decadencia
a las fachadas que como
monstruosas máscaras de vejez
adornan la grotesca
incertidumbre
de no saber
si son las dos de la tarde
o las dos
de una mañana
condenada
—por fracaso de la espuma—
a frotar
con sal sus ojos
o partir
—en latigazos de llanto—
a la invariable y sostenida
derrota del exilio.
3 comentarios:
Hola Pedro, gracias por tus comentarios y disculpas por no comentar todo lo que deseo.
En esta poesía veo como nostalgia y tristeza al ver (imagino)que no resplandece el sol tal cual merece la amada y preciosa Cuba
Abrazo fuerte y sincero
M. Ángel
Con una cadencia muy bella y nostálgica has condensado el sentir de todo un pueblo. La Habana se presenta aquí como una gran señora arrodillada y triste. Me encantó.
Un abrazo con todo afecto.
(Hoy estoy juiciosa, aunque creo que voy a asaltar el bar muy pronto con esa descripción de cocteles...)
Mucha nostalgia y mucha ilusión. Aún creo que es posible salvar lo que queda de esa Habana fabulosa y tal vez, incluso, restaurar o reconstruir cosas ya derruidas o completamente idas. No añoro el pasado. Más bien, quisiera que toda esa gran arquitectura y esa rica historia y tradición que hoy peligra, fuera parte de un futuro más balanceado y luminoso. Muchos cariños para ustedes, M. Ángel y Clara.
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