(Con audio en la voz del autor)
De dos pies de hombre a cuatro patas de bestia.
De la cueva fría y oscura al fuego que rojo quema.
De la lumbre del fuego a la rueda que voltea.
De la rueda que corre al cobre que se vetea.
Del cobre reverdecido al bronce que trae nobleza.
Del bronce noble y bruñido a la espada que desdeña.
De la espada altiva en alto al hierro en las fortalezas.
Del hierro impenetrable a la pólvora que revienta.
De la pólvora que estalla a la hulla que caldea.
De la hulla calcinada al vapor que se dispersa.
Del vapor hecho volutas a electricidad sin yesca.
De electricidad pautada al petróleo de alma negra.
Del petróleo de negrores al átomo que desintegra.
Del átomo hecho pedazos a la amenaza de guerra.
De la amenaza tangible al cohete que la entrega.
Del cohete a la Luna.
De la Luna al mísil.
Del mísil al amago.
Del amago al miedo.
Del miedo a la histeria.
De la histeria al desorden.
Del desorden al pánico.
Del pánico a la locura.
De la locura al despegue.
Del despegue de nuevo al mísil.
Del mísil a la parábola.
De la parábola a la luz que ciega.
De la luz cegadora
al fuego
al polvo
a la tierra...
2 comentarios:
Mi poeta bello y querido...
Me dejas sin respiración cuando leo tus versos. Y esta historia del "progreso" es espectacular !!!
Tal vez lo mejor sea rodearnos de mar, construir una isla...
http://www.youtube.com/watch?v=a7n8MT8V_EE&feature=related
Un millón de besos, POETA de mi corazón.
Realmente es una crítica mordaz a ese progreso que nos arrancó de las cavernas para, posiblemente, devolvernos a ellas en un futuro no muy lejano e incierto. Originalísima la forma de contárnosla, mediante esos versos concatenados. Un beso enorme, querido Pedro y disfruta mucho del fin de semana en esa tu isla paradisíaca.
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