(Con audio en la voz del autor)
Foto © Pedro F. Báez
Migdalia fue mi Smith-Chihuahua de pelo largo y 'cabeza de manzana'. Mi doggie-biche, yo la llamaba, afectuosamente. Fue mi compañera insuperable por diecisiete años y medio. Hubo de partir el 29 de noviembre de 2006, mientras yo visitaba familia en la Florida y ella estaba al cuidado de mi compañero, quien hizo todo por aliviarla sin prolongar su agonía. Aún hoy la lloro. Jamás habrá otra como ella.
¡Te extraño tanto
pequeña de luceros
encendida!
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7 comentarios:
Hola Pedro, saludarte y felicitarte por cada verso que escribes, dando muestra de lo gran poeta que sois.
abrazo
M. Ángel
Qué criatura tan linda. Es obvio que hay ausencias que duelen y calan hasta el tuétano de los huesos. Mi perrita cumplirá 15 años en diciembre y suelo entristecerme, porque quisiera que viviera por siempre junto a mí.
Hola Pedro, yo se perfectamente que es sentir lo que sientes, pues Charlie, mi inseparable amigo por 18 años partió hace dos años y se extraña como el primer día, conservo sus cenizas, fotos y videos, pero como sabes la ausencia de estos seres no hay nada que la pueda ocupar, evidentemente son personas y se sufre y extraña como tales, un abrazo grande y deseo al igual que tu, que del otro lado, cuando nos toque, ellos nos estén esperando.
Pedro pasa por mi blog a recoger un premio. Te quiero mucho. No estes triste
Saludo, Pedro hermano:
Como siempre, tu escrito me has tocado el alma, amigo querido; actualmente poseo un hermoso chihuahua y siempre he tenido mascota, por tanto, sé el profundo dolor que se siente al perderle. Al igual que los míos a mí, en algún lugar ella te estará esperando.
Recibe mi más solidario y afectuoso abrazo, hermano querido.
Diecisiete a;os y medio...ufff...
Muchos años compartidos, querido Pedro. Mucho cariño, mucha tristeza...Pero recuerda lo bueno de haberla tenido tanto tiempo a tu lado.
Besos emormesssssssssssssssssssss
¡Qué bonita era tu "Migdalia", huy, casi se llamaba como yo! Me encantan los chihuahuas, mi marido tuvo uno cuando era niño, pero era de los de pelo corto de siempre, no sabía que los hubiese de pelo largo. Tu perrita me recuerda a una pequeñita y negrita que también tuve yo de niña, aunque la mía no tenía raza alguna, era mestiza de pekinés, y también vivió conmigo durante 13 años, acompañándome como mi mejor amiga en mi infancia, pues soy hija única y crecí en un lugar aislado por motivos laborales paternos. Siempre la recordaré, como tú a la tuya, y recuerdo a muchos más perritos y gatitos que tuve y hasta pajaritos huérfanos que crié...Se les quiere como a iguales, pues son quizás más humanos que los propios humanos. Precioso homenaje, muy sentido, mi querido Pedro.
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