(Con audio en la voz del autor)
Hoy en horas de la tarde arribará a Guanajuato, México, procedente de La Habana, mi amigo, compañero de estudios y hermano de juventud, el doctor Jesús Lozada Guevara, insigne médico y aún más insigne experto reconocido internacionalmente en cuestiones de Oralidad y Tradición Oral en Cuba, América Latina y África y Director de la Colección Oralia, de la Editorial Tablas-Alarcos, de La Habana, Cuba.
Estará en México por unos días, ofreciendo un taller sobre el tema de Los Cuenteros y la Oralidad.
No nos hemos visto en más de treinta años, y por razones meramente económicas, no podremos esta vez, en territorio "neutral".
Quiero, sin embargo, darle un saludo público y emocionado, tal como se merece. Hablaremos por teléfono todos los días, como no hemos podido hacer desde que éramos casi adolescentes.
Visiten su página, Archipiélago de la Palabra y nútranse de su sapiencia y ámenlo como lo amo yo, porque es un hombre de hoy traído desde otras épocas, desde otras dimensiones, desde otras realidades donde aún la palabra y su tesoro implícito, son motivos para él de constante maravillar y celebración plena.
Llegas hoy
con aires de Cuba:
salitre en la frente
arena en los poros
tierra incrustada en la sangre
y en las suelas de los zapatos.
¡Llegas!: mis brazos se extienden
como alfombras de músculo y cariño
para recibirte
para que sobre ellos camines
para luego abrazarte
y sentirte
con un latido que se prolonque
desde el pecho hasta la pelvis
—así de extenso
visceral y necesario—.
¡Hablaremos de tantas cosas!
pero sobre todo
volaremos en palabras
como máquinas de tiempo
—propulsoras de nuestros otoños
a la promesa de otras esferas—
hechas playas con garitos
donde jugar a la esperanza
y lanzar, quizás, a la ruleta
la ficha que abra las compuertas
del futuro
tendiendo puentes
flotando archipiélagos
empotrando alacenas.
5 comentarios:
Seguro que los abrazos emocionados superan las palabras
Saludos
Excelente una vez más amigo mio mio, el poema y tan grato nombramiento a un amigo de juventud. Lastima que los temas economicos cierren la puerta a un abrazo, que resignación. Un gran abrazo.
Aún sin que dijeras que era un amigo, lo habríamos entendido, amigo mío, porque desde tus versos brota la palabra sincera y el caluroso abrazo de los recuerdos entrañables de una vida soñada y compartida.
Un abrazo para los dos.
Leo
Pedruco, el teléfono del hotel es (477)514-60-00. Hay 2 horas de diferencia. Llama tarde en la noche pues hoy se inaugura el evento en el que estoy participando, un Congreso Internacional de la Palabra. Esta es la ciudad de león, en el Estado de Guanajuato.
Gracias por la bienvenida, por la amistad que vence a la distancia, al tiempo. El tiempo de los amigos es todo el tiempo.
Un abrazo
Pues claro que voy a visitar la página de este buen amigo tuyo y compatriota. Qué lástima que no se hayan podido ver en persona en Guanajuato, pero al menos habrán estrechado lazos hablándose por teléfono.
Tu poema, precioso, todo un homenaje a ese amigo de juventud que se ha conservado hasta la madurez.
Y me encanta escuchar tus poemas a la vez que los leo, es como si los disfrutase doblemente. Otro besito, mi niño divino.
Publicar un comentario