(Con audio en la voz del autor)
Ya comidos los turrones
queda la meta del vino
y con el vino los dolores de cabeza
de un año que se larga
sin la simple o remota decencia
de pedir permiso
(como quien va deprisa
y anónimamente
al retrete).
Tuve anoche una visión
de vómito agolpado en las sienes
(de esas claridades paranoicas y calvas
— redondas
y transparentes
como la fábula de un Santa Claus
circunpolar
gravitando en trineos atiborrados de capitalismo
made in China—)
mientras el mundo manejaba
con lazos de papel dorado
pegados a sus techos movibles
con claraboyas de vidrio ahumado
desde donde rascabuchar
— sin herir la pupila—
la cara vellosa y púbicamente vaginada de la luna
como quien arrastra sin saberlo
el bochorno a gritos
de un pedazo de papel higiénico
visible
pegado a la suela del zapato
—no importa si sucio
como los bancos
con préstamos hiperinflacionarios
o limpio como el ideal
del supuesto Alumbrón nazareno
con bombilitas de colores guiñando
desde el calculado
histriónico ángulo de un pesebre
adulterado de oropeles —.
Navideño
ritual derroche
con bolsillos pendientes y flacos
como paréntesis o globos desinflados
que piden a gritos
una infusión de antimateria
más allá del alcance
de los dispensadores automáticos
o de las billeteras con olor a sudor o a cerveza
o a macho que soba frustrado
la hirsuta redondez
de sendas lunas testiculares.
Será la Noche Vieja
cómplice de antiguas voracidades
embotada en oleajes de champaña
con espumarajos de comprometida bagatela
y bocaditos de queso con jamón y membrillo
sobre tostadísimas orejas de niños africanos al dente
y huérfanos de todo recurso
cuando entre convulsiones de rap
enfundado en aculturado prepucio
y vieja altivez hemofílica de anfitriona música palaciega
se vaya el 2010
como putón estrafalario y risible
irremisiblemente manoseado
con los pezones exangües
oscilando
en sifilítica danza
de estertores.
12 comentarios:
Hoy me dejaste en estado de shock al leerte y no por lo que dices ni cómo lo dices, sino porque ya me gustaría a mí poder decir eso mismo, justo eso que has dicho.
Te mando el mayor de los abrazos con aplauso incrustado, y millones de besicos
Pese a todo, aquí seguimos.
VIVOS.
Celebrando nuestra natividad a cada minuto.
Y feliz por hallarte en mi senda, mi niño.
Un beso ENORME, mi queridísimo Pedro.
(Te escribo ahora mismo)
Hay cosas que se deben decir así, en modo maduro, aunque desgarren, es mejor que nos liberen y nos quiten el peso que, a veces, intenta aplastarnos.
Te dejo una abrazo, amigo mío, ya te escribiré en los próximos días. No me olvido de los amigos.
Un abrazo fuerte.
Leo
Un gran abrazo querido amigo, felices fiestas y dale duro a la lectura de esos libros...
El de la foto era yo, si, al borde del precipicio, como siempre...
¡Qué poema, amigo don Pedro BAez! Intenso, casi tirante a tramos de tan intenso. Hay que desbaratar tanto camouflage e impostura. ¡Está muy bien! A mi también estas fiestas, desde hace años, me dan esa sensación de asco, esas arcadas a partir de las que desearía vomitar tanta traición. Usted me está inspirando amigo Baez, por ahí se me ocurra algo que tenga que ver con el tema, los temas, que usted trata. Mire que a partir de Baudelaire y los malditos franceses, sobre todo Rimbaud, deberíamos todos escribir con esa autenticidad con que usted lo hace, lo felicito amigo, su poema está muy bien.
Somos convencionales y escondemos la miseria en la burbujas del vino.
Salud.
Que el amor nos acompañe todo el año mis queridos amigos no solo en estas fechas y sigamos buscando cada uno de nosotros en nuestro corazón la palabra más hermosa que es EL AMOR.
El mejor adorno de nuestras casas que sea una hermosa sonrisa
Paz para todos y Feliz Navidad
Un benito Rosa
Recién llegado a tu Isla he de reconocer que no dejas de sorprendernos, y no dejas indiferente a nadie. Tus mensajes son diáfanos, cristalinos...tu lenguaje es puro, esencial...alejado de la cosmética aséptica y profiláctica. Y hay tanta realidad en tus palabras. Gracias por invitarme
a formar parte de este paraiso.
Un abrazo, y el deseo de un año 2011 menos estrafalario y risible
que este putón que nos deja.
Genial, Pedro querido. Pienso lo miso que tú, pero no me sale tu grito. Sólo puedo unirme a él con convicción.
Mil besos como siempre, no hacen falta envoltorios brillantes ni lazos.
Exceso es la palabra. Demasiado de todo y demasiados días. Menos mal que tenemos poesía digestiva para pasar estos tragos. Y en tu caso, Pedro, amigos. De la buena. Un abrazo.
P.D: entre vino y turrones como estamos los dos. Nos falta ir de verde para parecernos al grinch.
Ay, qué colofón tan magnífico le has puesto a tu poema, me has dejado al pobre 2010 hecho un guiñapo, jeje, pero has soltado verdades como puños. Desde luego que has hecho un despliegue verbal increíble, como sólo tú puedes hacer, Pedrico querido. ¡Ay mi niño poeta cubano!!!! Besicos a millones!!!!
Aquí estamos pese a todo, aquí seguimos... entre rituales y abrazos que forman parte de un decorado repetitivo, hay una verdad que luce: la de ser, la de sernos, la de querer, la de querernos...
Un abrazo.
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