(Reposición ahora con audio en la voz del autor)
No quiero
ser puente.
Quiero ser
río:
prolongarme
en meandros
y afluentes
como brazos abiertos
abarcando la tierra
y todo
lo que está
vivo
y crece.
No quiero ser
nube.
Quiero
ser cielo:
empinarme
a la par
de los vapores
y tocar
sin recelos
los confines
de todo aquello
que está
más allá
y aún
más
allá...
No quiero ser ola.
Quiero ser velero:
la ola
muere en la playa,
el velero
—si es ligero—
zarpa de oriente a occidente
hacia el sur
o hacia el centro
con el norte como estrella
y la estrella
desde adentro
es timón de cinco puntas
en los mares de misterio.
No quiero
ser dios.
Quiero ser
hombre:
para amar con la carne
y el alma
para darme
—entre tantos excesos—
el placer
del final de mis días
junto al polvo final
de tus huesos.
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)
11 comentarios:
¡¡ Fantástico!!. Lo del polvo final muy sugerente ajajajjaja.
Eres grande.
yo tampoco quiero ser Dios querido Pedro y puestos a elegir en vez de viento .... huracán
besos enormessss, de colores y con todos los matices
Hermoso canto al amor carnal, que se percibe divino en todos los sentidos
Es una belleza y no vayas a cambiar nunca tu forma de expresarte.
Mis besos para ti, vuelan ya casi en el cielo.
¡muchas gracias por tan bella bienvenida !!
Profundo poema,desde ser el río,el cielo,y ese velero que viajara por todo el ser amado,
para terminar...(el placer
del final de mis días
junto al polvo final
de tus huesos.)
hermoso me encanto leerte.
dejo la huella de mi visita con mi saludo.
Has hecho una buena elección Pedro, creo que muy acertada y el canto un grito a la vida. Un fuerte abrazo desde mi mundo de letras. Miles de gracias por visitarme siempre un placer que lo hagas. Pasa un lindo día!!
Esa absoluta entrega, para y por encima de todo, conmueve en lo más profundo.
Besos multiplicados.
Huyyyyy, qué intenso, cómo te ha quedado de bien, chiquillo!!!! Es gloria bendita escuchar esta delicia de tu boca, de esa acuosa boca que derrocha el melifluo néctar de los cocoteros caribeños, que se me hacen a mí también agua los oídos ante semejante profusión de imágenes, ante tanta agua, tanto en estado líquido como gaseoso, y ante esos veleros y esas estrellas-timón de cinco puntas que apuntan directo al corazón del hombre que ama en carne y alma: ¡completo!
¡Olé tu arte, Pedro, niño de agua y fuego!
Y ahora que ya he leído todo lo que has publicado durante mi ausencia, me despido con mil besos y cariños, deseándote un hermoso y dulce fin de semana y esperando que hayas sido muy feliz durante las celebraciones de tu cumpleaños. Te quiero mucho, mi niño cubano, no lo olvides nunca.
Qué te puedo decir que no te hayan dicho, que tú no hayas dicho en modo magistral en tus versos, que puedo argumentar que no te hayan dicho los amigos en sus comentarios.... te dogo solo que me he emocionado, que me voy con los pelos de punta, ante la fuerza de tu verbo y que guardo tu poema entre esos que se vuelven imprescindibles para mí.
U fuerte abrazo.
Leo
Saludo, Pedro hermano:
Hermosisimo poema, a mi también me gustaría ser todo eso que dice y, claro, no quiero ser Dios, pues prefiero gozar de la vida, poder morir como lo humanos y finalmente ser juzgado por El... Me encanta tu bellisimo poema, amigo del alma.
Mi mejor y más grande abrazo para ti, hermano de raza.
Para mí estos son los versos de un poeta inconformista
Saludos
(A veces no sé qué ocurre que no puedo dejar mensajes)
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