Si me entrego
es
para que libes
como si fuera
mi entrega
el propio elixir
de tu vida;
como si
de mi sangre
abierta
y erigida en surtidores
dependiera
el vuelo azul
licantrópico
de tus sueños,
el porfírico rojo
oxigenado
de tus venas
la blancura mortal
de tu triste designio
tendida
sobre el horizonte
de vitriólicos
y amargos
presagios.
Si me entrego
es
para que me tomes
violenta
ardorosa
desacompasadamente:
con hambre
con gula
con rabioso brío
con impunidad
total
y
total
abandono:
no importa
si grito
si callo
si imploro.
Quiero sentirte
eclosionar
y deshacerte.
Quiero
la sal de tu lengua
en cada uno
de tus besos.
Quiero
tus dientes sangrantes
y manchados de deseo
devorando en tus altares
los manjares de mi cuerpo.
7 comentarios:
Es una invitacion dificil de rechazar para cualquier mujer, mas para una vampira.
Un mordisquito de tu musa.
Aquí, amigo Pedro, te ha salido de golpe todo el Caribe que llevas dentro. Sabrosón, sabrosón. ¡Je,je,je!
Wow, qué poema!
Gracias a las damas tan gentiles y tú, Domingo, me has hecho reír mucho. Abrazos para todos. :)
Hola Pedro.
Parabienes por tu excelente blog, desde hoy cuentas con un nuevo lector.
Amigo Cubano, muchas gracias por seguir mi blog Conspicuo y Perspicuo, cuando tengas tiempo puedes visitar el blog COLOFÓN.
Un fuerte abrazo desde Guayaquil-Ecuador.
Dios te bendiga por siempre.
Atte,
Conspicuo y Perspicuo
Inmolación voluntaria en el altar de la pasión, realmente excitante. Un poema que se siente, que transmite y sumerge al lector en su vértigo.
Un saludo. Agradecido por tu visita silenciosa.
Bienvenido a mi Isla, C&P. Me honras con tu visita. Regresa cuantas veces lo desees. Tan pronto tenga un tiempito, me llego a visitar Colofón. Abrazos desde Los Ángeles :)
Publicar un comentario