Tibia y suave
como una caricia
descendente
y prolongada:
sobre la cara
besando el cuello
cubriendo la espalda
tocando impúdica
el entre muslos
para luego
deslizarse
al fetiche
de los dedos.
Roce
que limpia
sensual
y matutino:
agua
en el baño:
puta clara.
2 comentarios:
Tus palabras, amigo Pedro, también son agua fresca y acariciante. Unas veces eres lluvia fina, otras torrente desbordado y otras chaparrón iracundo, pero siempre, siempre, eres tú y tu honestidad lo que nos hace vibrar. Sigue mojándonos y quizá así germinemos. :)
Querido Domingo, ¡te siento tan cercano! Gracias por decir cosas tan bonitas de mis poemas. Y sí, sinceridad hay en todos porque no se puede escribir sin ser sinceros y si no lo sentimos. Tú no necesitas que te mojen: ya has germinado y eres un bello árbol. Sigue tú dando frutos, que el mundo te lo agradece. Abrazos :)
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