Con el bostezo
somnoliento
de las horas
se marcha
el tiempo.
Tras él
el ligero resonar
de pasos
fantasmales
y afanosos
como alas
de mariposa
nocturna
haciendo
afinado eco
en la elipse
trasnochada
de mi oído
en celo.
Inhóspita,
ordinaria calma...
Silencio
con visajes
de tardío
leso
postergado
alivio
gravitando
—insoslayable-
a un costado
indolente
de exquisito,el
fiel
insomnio.
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