Ese hombre
que delante de otros hombres
escupe
tu sombra en la calle
anoche
fue tu amante.
Él, que de fino brazo pasea
ayer dejó en tus brazos
la promesa de su cuerpo
la humedad de su silencio
el mareo
de sus muslos
erigidos
como templos.
Ese hombre
mesurado y recio
juró que tus noches
eran su triunfo
ayer mismo
entre queja y beso
entre aire y boca
en la selva
tibia
de tu pecho.
Ése que pasa
sin conocerte
que simula
asco
que se asombra
y se burla
en la perfección
de su empeño...
Él
volverá esta noche
pedirá tu indulto
besará tus manos
beberá tu aliento
secará tus fuentes
saciará sus ansias
rociará tu centro.
Ése
que de día te condena
cada noche
te regala
lo que niega.
3 comentarios:
Me encanta es preciosa. Es increible como escribes.
Besos.
Gracias de nuevo. Me haces sonrojar. Gracias.
Este es fabuloso, con mucha fuerza
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